Redacto este post acerca de los peores souvenirs que te pueden traer de unas vacaciones, especialmente cuando se refieren al mundo de la decoración. Hago referencia a este tema para que todos conmigo desterréis esa fea costumbre de traer figuritas decorativas de vuestro lugar de vacaciones. En mi opinión, si queréis tener un detalle con alguien, lo mejor que podéis hacer es traerle algún alimento típico mejor que algo decorativo ya que su duración es menor en una casa y os lo van a agradecer igual.
Recientemente me han regalado una figurita de estilo similar a las que tenéis sobre estas líneas. Esas figuritas de porcelana, con un estilo más bien naïf con colores pastel que no siempre están bien pintadas son uno de los grandes éxitos de ventas de las tiendas de Todo a 100. Su precio económico y su presunta “simpatía” provoca que acaben en casa de algún pariente al que se quiere agasajar seguro que con toda la buena intención del mundo pero con poco estilo decorativo.
Si tú eres el agasajado y te toca recibir un cervatillo, una bailarina o un muñeco mofletudo, seguro que te encuentras en una disyuntiva entre la buena educación y el buen gusto estético para tu casa. ¿Qué haces cuando te regalan una de estas figuras?
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